Diferencias entre gripa y resfriado
Existe una diferencia entre el resfriado y la gripe. Aunque ambos tienen síntomas similares, las causas subyacentes son muy diferentes. Conocer la diferencia puede ayudarte a averiguar qué enfermedad padeces para poder tratarla adecuadamente.
Cuáles son las diferencias entre el resfriado y la gripe.
El resfriado y la gripe son enfermedades respiratorias que afectan a millones de personas cada año. Estas enfermedades tienen síntomas similares, como tos, estornudos, dolor de garganta y dolores corporales. La mayor diferencia entre el resfriado y la gripe es la forma en que se desarrollan.
Resfriado: es el tipo de resfriado más común, está causado por el virus conocido como rinovirus y puede ser causado por otros virus comunes como los adenovirus.
Gripe: también causada por un virus, la gripe es un tipo de resfriado mucho más duro y parecido a la neumonía. Puede causar una importante inflamación de las vías respiratorias, provocando un aumento de la producción de mucosidad, irritación de la garganta, tos y dificultad para respirar.
El resfriado es una enfermedad respiratoria contagiosa causada por virus. Los virus más comunes que causan resfriados son los rinovirus y los coronavirus. Tanto el resfriado como la gripe se contagian al toser y estornudar. Sin embargo, los virus del resfriado sólo pueden sobrevivir en las superficies durante unas horas. Por lo tanto, se puede contraer un resfriado al tocar una superficie que haya estado en contacto con la nariz o la boca de alguien. Para mantenerte sano, debes lavar tus manos a fondo y con frecuencia.
La gripe está causada por unas cepas de virus denominadas gripe A y B. Estas se contagian y contraen de la misma manera que los resfriados. Sin embargo, los virus de la gripe A y B pueden sobrevivir fuera del cuerpo de una persona durante días, lo que significa que puedes contraer la gripe de otra persona aunque no haya estornudado o tosido cerca de ti.
Tipo A: Este tipo puede causar síntomas más graves que otros tipos de virus de la gripe. Alrededor de 36.000 personas son hospitalizadas cada año a causa de la gripe de tipo A.
Tipo B: Alrededor de 3.000 personas al año son hospitalizadas debido a la gripe de tipo B. La mayoría de las personas se recuperan de este tipo de gripe en pocos días, aunque puede dar lugar a infecciones más graves como la neumonía.
Tanto el tipo A como el B pueden provocar una neumonía vírica, que es una infección que afecta a los pulmones.
Otras diferencias
Gripa
- Fiebre
- Resfriado
- Dolor de cabeza
- Dolor corporal
- Dolor de garganta
- Tos seca
- Escurrimiento nasal
- Congestión
- Cuerpo cortado
- Dolor de garganta y cabeza
- Congestión nasal
- Escurrimiento nasal
- Dolor muscular
- Tos
- Fiebre
- Estornudos
Tips para la prevención
Lávate las manos: Lávate las manos regularmente con agua y jabón y, sobre todo, después de ir al baño o cambiar un pañal. Si es posible, evita tocarte la nariz, la boca y los ojos con las manos para no propagar los gérmenes.
Vacúnate: Las vacunas antigripales son la forma más eficaz de prevenir la gripe. Las vacunas contra la gripe son especialmente importantes para las personas con alto riesgo de complicaciones, como los ancianos, los niños, las mujeres embarazadas y las personas con enfermedades crónicas.
Toma medidas para prevenir las infecciones respiratorias: Evita el contacto estrecho con personas enfermas. Cubre tu boca y nariz con un pañuelo de papel al toser o estornudar. Limpia y desinfecta los objetos y superficies que se tocan con frecuencia.
Descansa suficiente: Dormir mucho reduce las posibilidades de contraer un resfriado o una gripe. Dormir permite a tu cuerpo recuperarse y aumentar sus defensas naturales contra las infecciones.
Coma alimentos nutritivos: Consume una dieta con muchas frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras. Esto ayudará a su sistema inmunitario a mantenerse fuerte.
Beber suficiente agua: Mantenerse hidratado es esencial para prevenir la deshidratación y otros problemas causados por una hidratación inadecuada, como los dolores de cabeza y la fatiga.
Controla el estrés: Algunas enfermedades, como los resfriados y la gripe, están causadas por el estrés. El estrés emocional y físico debilita las defensas del cuerpo contra las infecciones, haciéndolo más susceptible a las enfermedades.
Tener buenos hábitos de salud: Evita fumar y beber en exceso, ya que pueden debilitar el sistema inmunitario. También puedes prevenir algunas enfermedades haciendo ejercicio regularmente, comiendo alimentos saludables y descansando lo suficiente.
Más información en
https://www.tempra.com.mx/consejos-y-recomendaciones/tengo-resfriado-comun-o-gripa/
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